Los anteridios suelen desarrollarse en la zona basal del protalo, entre los rizoides, a partir de una célula superficial. Normalmente se disponen en la cara ventral o en el margen. El modelo más generalizado es aquél en que la pared del anteridio está formada solamente por tres células: una basal, una anular o cilíndrica y una opercular. En su interior se diferencian los espermatozoides, generalmente en número de 32. El espermatozoide es helicoidal y se desplaza gracias a la presencia de numerosos flagelos. La dehiscencia se realiza por medio de la célula opercular.
Por su parte, los arquegonios suelen formarse, también a partir de una célula superficial, en la zona central o superior del protalo, en su cara ventral, por debajo de la escotadura. Constan de un vientre hundido en el protalo, donde se aloja la ovocélula, y un cuello sobresaliente, en general de 4 filas verticales de células, que delimitan un canal axial. Por encima de la ovocélula, entre esta y el canal del cuello, hay una célula llamada ventral, y en el canal axial del cuello aparece una fila de células denominadas células del canal.
Estructuras sexuales (Polypodium feuillei)
Las células del canal y la célula ventral degeneran en la madurez del arquegonio, dando lugar a una masa mucilaginosa que rellena el cuello del arquegonio. Esta masa atrae quimiotácticamente a los espermatozoides.