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BRIÓFITOS - HÁBITAT, ROL ECOLÓGICO Y USOS
Hábitat
Su mayor desarrollo se da en lugares húmedos como suelo de bosques, cascadas, zonas de salpicadura y márgenes de arroyos. Secundariamente habitan en agua dulce. Algunas están bien adaptadas a microhábitats con limitación de agua como corteza y ramitas (epífitos), superficie de hojas (epífilos) y superficie de rocas (saxícolas), donde pueden soportar altos niveles de insolación y altas temperaturas.
A excepción del mar y los desiertos extremos, el resto de la tierra está colonizada por briófitos. Son los únicos habitantes vegetales de regiones boreales y australes, pueden vivir en lugares de temperaturas muy extremas como rocas expuestas al sol o en lugares muy secos durante años, siendo capaces de recuperarse rápidamente al ser mojados.
Son capaces de retener grandes cantidades de agua, contribuyendo al mantenimiento del balance hídrico, especialmente en los bosques.
En la especie Tortula muralis se comprobó que mantiene la capacidad de revivir después de 14 años sin agua. También son capaces de resistir temperaturas extremas: crecen tanto sobre rocas del nivel de nieve permanente del Ártico y Antártida, como en lugares donde la roca alcanza 70º C al sol. Además requieren menor intensidad lumínica que las restantes plantas, por lo que son habitantes del interior de las cuevas, viviendo con sólo 0,1 % de intensidad lumínica. Toleran un amplio rango de pH Ej. Sphagnum vive a pH 3 – 4 y musgos de la toba caliza a pH 7- 8,5.
Rol Ecológico y Usos
Muchos briófitos son plantas pioneras, crecen sobre roca desnuda y contribuyen a la formación de suelo. En turberas y bosques de montaña forman gruesas capas que reducen la erosión. En ecosistemas forestales actúan como esponjas reteniendo y liberando lentamente el agua. Los briófitos proporcionan el hábitat a otros organismos como cianófitas fijadoras de nitrógeno o pequeños insectos.
Su fina o nula cutícula y sus rudimentarios tejidos de transporte hacen que absorban fácilmente lo que está a su alrededor, por lo que pueden servir como indicadores de contaminación y degradación ambiental.
En el pasado se usaban plantas del género Sphagnum como esponjas, debido a su capacidad para absorber agua, o a modo de algodón para curar heridas por su acción antiséptica. También se usaban los esfagnos para rellenar colchones y almohadas en el norte de Europa.
El análisis químico de algunos briófitos ha revelado que poseen propiedades antibióticas y antitumorales. Se ha demostrado que algunos extractos de especies de musgos que contienen compuestos fenólicos son inhibidores del crecimiento de hongos patógenos y bacterias. También recientes investigaciones han demostraron que ciertos compuestos de briófitos tienen resultados antítumorales positivos en animales de laboratorio.
En nuestra cultura los musgos se emplean para adornar los nacimientos en Navidad, costumbre muy arraigada que sin embargo es muy destructiva y debería ser abandonada.
En Béjar, Salamanca, el día del Corpus Christi seis hombres-musgo desfilan por el pueblo. Esta tradición fue instaurada a principios del siglo XIV y no se conoce su origen con certeza.
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